Las personas con las que trabajamos se encuentran en situación de exclusión social y en consecuencia perdieron (o han visto debilitado) su lazo con la sociedad, sus posibilidades de diálogo, su participación y su acceso a derechos y ejercicios ciudadanos elementales. Por ello, desde CORDES nos pareció necesario planificar e implementar nuestras intervenciones desde un enfoque de derechos.

En nuestro trabajo los ejes son la autonomía, la participación, la ciudadanía, el ejercicio de los derechos a atención en salud, vivienda, educación, trabajo, al medio ambiente.

Nuestra ética es, entonces, generar condiciones para que estos grupos accedan como ciudadanos/as y no en una calidad de “discapacitados”, “enfermos” o “locos”.

En ese marco, desarrollamos distintas estrategias dependiendo de las necesidades, puede ser el acompañamiento terapéutico o el trabajo en “colectivos” de pensión, vivienda, laboral.